jueves, 3 de mayo de 2012

Somos lo que comemos

La alimentación es la medicina más poderosa.
Es la energía con la que funciona cada célula de nuestro cuerpo, por tanto ésos alimentos que ingerimos pueden trabajar a nuestro beneficio o en contra nuestra dependiendo de lo que comamos.

Nuestros hábitos alimentarios, pueden determinar el riesgo a desarrollar determinadas enfermedades, hay alimentos en nuestra dieta que por ejemplo benefician a nuestro corazón, como son los cereales integrales, las nueces, vegetales, verduras, frutas, aceites vegetales, pescados, etc.., lo lógico sería introducirlos en nuestra dieta, pero no es tan fácil deshacernos de nuestros viejos y malos hábitos.
Modificando nuestra dieta podríamos reducir la mortalidad en un 15%, introduciendo por ejemplo componentes nutricionales de grano entero, como avena, arroz, cereal cocido, pasta, pan integral.. Los alimentos deben ser consumidos en su forma más parecida a su estado natural.
Hoy en día los alimentos preparados están altamente procesados y llenos de muchos aditivos que en muchos casos son innecesarios y que son perjudiciales para nosotros.

¿Qué es lo que debemos comer entonces?
Vegetales frescos, diversos y coloridos, frutas, frutos secos en general, cerales integrales, legumbres y pescados.
La carne también es importante, pero debemos tener en cuenta que lo ideal es que sean de origen orgánico, como sucede con los lácteos, para estar seguros que están libres de hormonas y antibióticos.




¿Qué alimentos debemos evitar?
Alimentos o bebidas cuyo mayor contenido sean, azúcares, grasas saturadas, colesterol, sodio.., alimentos refinados, altamente procesados, harinas blancas o refinadas, bollos, galletas, mantequillas y margarinas, frituras, grasas hidrogenadas, bizcochos, mantecados etc.
Se desaconseja también el consumo de carnes rojas porque sobrecarga el hígado, el riñón y en general el sistema digestivo, y consumir leche de vaca porque produce muchas alergias, sinusitis crónica, asma, rinitis, estreñimiento y cansancio.




Seguir éste estilo de vida, es mucho más sano y más efectivo que las conocidas dietas de temporada.

Pero como siempre es cuestión de deseo y fuerza de voluntad.

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