martes, 22 de mayo de 2012

Alimentos transgénicos

Tras varias investigaciones en contra, y evidencias de las consecuencias nefastas que provocan, tanto en el suelo donde se siembran como en los seres vivos que entran en contacto con ellas, las semillas de Monsanto (modificadas genéticamente), han sido prohibidas en Polonia, el ministro de agricultura Polaco, anunció hace unos días que la variedad MON810 de maiz quedaba oficialmente prohibida en su país,.

Polonia se suma así a una oleada Europea, que en los últimos meses ha frenado la presencia de Monsanto, Bélgica, Gran Bretaña, Bulgaria, Francia, Alemania, Irlanda y Eslovaquia, rehusaron respaldar la propuesta de Dinamarca para permitir la siembra de transgénicos en Europa.

En Francia, además a finales de febrero, un tribunal acusó de envenenamiento a Monsanto, en perjuicio de un agricultor francés.

El siguiente paso es conseguir que los alimentos modificados genéticamente, cuenten con una etiqueta especial que informe al consumidor acerca de éste asunto, ya que hasta ahora los alimentos procesados con transgénicos, o los transgénicos en si mismos son comercializados sin nigún tipo de aviso para los consumidores que deseen una dieta saludable y libre de residuos y herbicidas, lo que se pretende es garantizar el derecho de información a los ciudadanos, sobre productos y alimentos para consumo humano y animal en cuya elaboración o producción se hayan empleado ingredientes o aditivos de organismos genéticamente modificados, a fin de evitar los eventuales riesgos, o reducir los posibles daños que de estos productos pudieran derivarse para la salud humana.

Miles de informes científicos certifican que los alimentos transgenicos o procesados con aditivos OGM producen diversos tipos de cáncer como Linfoma no-Hodgkin, sarcoma de tejidos blandos, carcinoma de próstata, cáncer de colon, cáncer de mamas, e incrementan el riesgo de linfoma no-Hodgkin (LNH), leucemia, y tumores. Además de inducir infertilidad. Además los ingredientes de ingeniería genética en los alimentos provocan mutaciones en la flora intestinal que también conducen al cáncer y todo tipo de trastornos en la salud.

Las organizaciones de consumidores de todo el mundo, celebraban así la decisión del Codex Alimentarius que legitima el etiquetado de transgénicos y libra de represalias a los estados que protejan el derecho a saber qué comemos en nuestros platos.

De esta manera, cualquier país que etiquete los transgénicos ya no enfrentará la amenaza de una demanda legal de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Esto se debe a que las medidas nacionales adoptadas sobre la base de orientaciones y normas del Codex no pueden ser impugnadas como barreras al comercio.


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