Un solo vaso de cualquiera de las bebidas gasesosas, incluye más de cinco cucharadas de azúcar, y si se consume en exceso, aumenta el riesgo de padecer enfermedades vasculares, ya que su consumo eleva el colesterol y los triglicéridos.
Éstas bebidas contienen glucosa y fructosa, que hacen daño al metabolismo porque llegan muy rápido al torrente sanguíneo y aumentan así el colesterol afectando a las arterias.
Además contienen colorantes y aditivos, que perjudican nuestra salud porque pueden provocar problemas alérgicos y hasta cancerígenos.
Su consumo también se asocia a problemas dentales, problemas digestivos, como diarrea, malnutrición y flatulencia en algunos niños, obesidad, presión arterial elevada, y enfermedades cardiovasculares y cerebrales.
Por tanto no es recomendable consumir éste tipo de bebidas en exceso, se deben sustituir por bebidas más naturales, como los zumos, y sustituir el consumo de azúcar en nuestros hogares por el de miel, ya que el azúcar está presente en numerosos alimentos que consumimos a diario, como el pan, la pasta, las frutas etc.. y realmente no tiene ningún valor nutricional más que el de aportar energía a los alimentos.
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