lunes, 23 de abril de 2012

No debemos ser muy exigentes con los niños a la hora de comer

Para las personas que nos gusta cuidarnos y sobre todo saber que es lo que comemos es un placer comer lo más sano posible, y para ello no hacemos ningún tipo de esfuerzo, más bien todo lo contrario.

Yo soy mamá de dos niñas pequeñas y como os podéis imaginar, intento que coman igual de sano que yo, y como a cualquier padre no me gusta que abusen de comidas insanas, pero son solo niños!
Nosotros ya hemos probado de todo y ya siendo adultos y responsables de nuestra alimentación hemos decidido cuáles son los alimentos que queremos tomar a diario y cuáles tomamos en menor cantidad y solo en "ocasiones especiales" para darnos un capricho, pero ellos no entienden aún porqué motivo no pueden estar tomando a todas horas lo que más les gusta.

Debemos procurar tener a su alcance el mayor número de alimentos saludables para que crezcan lo más sanos posibles, pero no podemos ser excesivamente exigentes con su dieta, porque al fin y al cabo lo tienen que probar todo, la investigadora y nutricionista Elisabeth Lind Melbye llegó a la conclusión de que debemos educar a nuestros hijos para que consuman y elijan voluntariamente los alimentos más saludables, llegando a la conclusión que tener reglas demasiado estrictas puede ser contraproducente y pueden llegar a provocar sobrepeso y obesidad, ya que en el momento en el que el  niño puede se pega verdaderos atracones de comer todo aquello que le está totalmente prohibido.
Como todo en la vida, lo prohibido puede llegar a ser lo más apetecible.

Lo ideal es que nuestros hijos coman el mayor número posible de alimentos elaborados en nuestra casa y así promover la dieta sana, pero siempre dejándoles libertad para elegir sin ser demasiado estrictos.

Debemos conseguir que deseen comer adecuadamente.

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