Todos los alimentos necesitan métodos de conservación para mantenerse en buen estado por más tiempo, es decir para evitar que aparezcan microorganismos perjudiciales para nuestra salud.
Existen dos métodos para la conservación de los alimentos, la natural y la artificial.
Dentro de los métodos naturales encontramos, la congelación, el secado, la pasteurización, el salado, el escarchado o el acidulado.
Y dentro de los métodos artificiales encontramos la utilización de productos químicos que se llaman conservantes artificiales.
Lógicamente el uso de métodos naturales siempre le dota al producto de mayor calidad, es por eso que cada vez se utilizan más alternativas terapeúticas y alimentarias para desarrollar conservantes naturales a partir de plantas usadas popularmente como medicinales, se han probado ya siete especies diferentes de plantas y se han obtenido buenos resultados de inhibición con cada una de ellas para controlar el crecimiento y reproducción de microorganismos.
Si se continua con los buenos resultados, podrían sustituirse muchos de los conservantes artificiales por conservantes naturales, identificando que aditivos funcionan para determinados productos y de qué manera se deberían aplicar.
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