sábado, 2 de junio de 2012

Métodos de conservación natural

Existen muchos métodos de conservación natural utilizados junto con los conservantes naturales. Remover el agua del material, o desecarlos, puede detener casi todo el crecimiento bacteriano, especialmente en combinación con la sal. Suficiente calor por un período de tiempo mata a los microbios, como es el caso de los bienes enlatados sellados al vacío para prevenir una reinfestación. Congelar los alimentos o mantenerlos debajo de los 0° detiene cualquier actividad de descomposición hasta que un deshielo se lleva a cabo, momento en el cual la descomposición será más rápida.



Muchos de los conservantes naturales más comúnmente conocidos y utilizados son la sal, el alcohol, el azúcar, el aceite, el ácido (jugo de limón o vinagre) y antioxidantes como los que se encuentran en el ácido ascórbico (vitamina C), y tocoferol (vitamina E). El alcohol en concentraciones de 13% o más puede detener cualquier fermentación posterior en una mezcla. El azúcar y la miel en altas concentraciones inhiben el crecimiento en las bacterias, como en las mermeladas y las conservas. El ácido escabechará los artículos. Los antioxidantes reducirán la oxidación, un factor principal en la descomposición.

Las hierbas y especias contienen químicos volátiles que son utilizados en la producción de medicina así como de conservantes. Los científicos aún están aprendiendo acerca de las plantas y su importancia en nuestro suministro de alimentos. Los herbolarios chinos tienen una planta por cada padecimiento debajo del sol y son conocidos por utilizar las plantas de las que nunca hemos escuchado para conservar sus alimentos. Plantas como el romero, tomillo y savia tienen propiedades antibacterianas al igual que los clavos y la canela. No es una sorpresa que nos guste marinar nuestras carnes en una mezcla de sal y hierbas. La vida de la carne es expandida y el sabor profundizado.

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